martes, 6 de enero de 2009

Los socios (I). Compromiso con el proyecto


Inicialmente debes distinguir entre socios capitalistas (aquellos que sólo ponen dinero) y socios trabajadores (además de dinero ponen trabajo). Los primeros sólo son aconsejables cuando la inversión inicial es tan cuantiosa que no puedes financiarla con préstamos bancarios, mientras que los segundos son habituales en cualquier microempresa. Voy a referirme a estos últimos.


1.- El compromiso con el proyecto.

A cualquier compañero de viaje debes exigirle su compromiso con el proyecto, entendiendo por tal una dedicación en tiempo y esfuerzo al estudio la de viabilidad.

1.1.- Las reuniones. Como la empresa no se ha creado, las reuniones de los socios se van a realizar en el domicilio de alguno de ellos o en cualquier local público (normalmente de hostelería). La primera opción es la recomendable pero si no puede ser y te ves obligado a convocar las reuniones en sitio público, que sea un lugar tranquilo, sin música “chunda chunda” a tope; más que nada para que podáis hablar...y escuchar. Si los compañeros están más pendientes del entorno –chicas guapas, música que suena, etc.- que de tus palabras, haz como en los toros: tres avisos y si siguen igual prescinde de ellos porque les interesa muy poco el proyecto.

1.2.- El trabajo compartido: Desarrollar un plan de negocio es un trabajo muy minucioso que requiere dedicación. No es justo que un socio realice la mayor parte de la labor mientras la aportación de otro(s) es anecdótica, pero no sólo porque es una injusticia; también has de tener en cuenta que el plan de negocio permite ver las dificultades que va a suponer vuestra aventura empresarial. Obviamente que un compañero se haga el remolón a la hora de presentar los trabajos encargados, indica su poca o nula predisposición.


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