Aquí distinguiremos entre el rol de socio y el rol de trabajador.
2.1.- Socio. Con su aportación inicial al Capital Social (y sucesivas aportaciones posteriores si es que se producen), un socio se vincula a la empresa a través de los derechos y obligaciones adquiridos respecto al resultado de la actividad desarrollada (beneficios o pérdidas).
2.2.- Trabajador. Como cualquier otra persona, un socio que trabaja en la empresa tiene derecho a percibir una remuneración por su trabajo.
La cotización a la Seguridad Social se puede hacer a través de dos regímenes; el Régimen General (para los trabajadores con contrato por cuenta ajena) y el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos. Dejando al margen las situaciones en las que un socio trabajador está obligado a acogerse a éste último, podemos decir que el Régimen General es más oneroso para la empresa, ya que ha de cotizar a la Seguridad Social un 30% del sueldo bruto asignado al trabajador.
Cuando se realiza el plan de negocio, a menudo se comete el error de no asignar un sueldo al socio, pero tienes que hacerlo ya que si no es así estarías desvirtuando el resultado económico porque los gastos reflejados serían menores a los reales. Además, piensa que el plan de negocio lo vas a presentar a bancos e Instituciones Oficiales para conseguir financiación y/o subvenciones, por lo que va a “cantar” que alguien monte un negocio y no obtenga un sueldo para tanta dedicación.
Respecto al sueldo dos reflexiones; su cuantía debe ir relacionada con los beneficios esperados y su reflejo en el plan de negocio no significa que se cobre puntualmente, ya que esto dependerá de la Tesorería de la empresa.
3.- El organigrama de la empresa.
Como trabajadores que vais a ser, cada uno de vosotros desempeñará un puesto dentro de la empresa. Conviene que queden por escrito las obligaciones (competencias) de cada puesto de trabajo, ya que eso evitará malos entendidos en el futuro.
4.- ¿Cobramos todos lo mismo?
La mayoría de los planes de negocio que he visto, contemplaban el mismo sueldo para todos los socios independientemente del trabajo y responsabilidades asumidas por cada uno de ellos. Preguntados los interesados, el motivo implícito es el de no romper la “armonía societaria”; el evitar mosqueos, vamos. A mi juicio es un error porque con el tiempo van a aparecer esas injusticias. La cuestión ahora es determinar los diferentes sueldos, cosa harto difícil.
Yo planteo una solución mezcla de las dos anteriores: por un lado establecer una remuneración básica, la misma para todos, y una parte variable en función de los objetivos establecidos para cada puesto de trabajo. Por ejemplo, comercial (% sobre ventas con una cifra de ventas a obtener), financiero (% sobre ahorro de costes conseguidos), etc. Si en algún caso fuese realmente difícil establecer este componente variable del sueldo, se podría suprimir ampliando la remuneración fija.
Lo primero que vamos a ver de un plan de negocio son dos cosas: para qué sirve y su composición.
